Con el tiempo podemos encontrarnos en la situación de poseer más de una vivienda, una en la cual habitamos y le damos un buen uso diario, y otra vivienda que tengamos deshabitada. Normalmente esta nueva vivienda la hemos podido adquirir por herencia de algún familiar o haberla adquirido por invertir un capital en el momento en el que el precio de la vivienda se encontraba más bajo. En algunos casos la necesidad de cambiar de domicilio debido a la situación laboral, nos ha obligado a tener que abandonar la vivienda en la que residíamos.
A continuación te expongo las ventajas de alquilar o vender este inmueble con la intención de sacar de ella la máxima rentabilidad. Para que de este modo no se convierta en una carga el tener una casa en la que no habitamos.
Los propietarios de viviendas que no estén en uso necesitan aclarar las ideas para decidirse por vender o alquilar el inmueble. Para ello es necesario que tenga en cuenta estas premisas antes de hacer algo que con el tiempo pueda llegar a arrepentirse.
No obstante antes de tomar la decisión los propietarios deben de estudiar el mercado y esperar a un buen momento para vender sin perder por el inmueble un dinero que en su momento invirtió.
Aun no tratándose de la mejor época para vender un inmueble la venta de pisos es elevada y podemos encontrar multitud de inmuebles de características diferentes.
Ventajas e inconvenientes de vender una vivienda
1º Es un ahorro. Tener una casa en propiedad es un dinero asegurado para siempre, de forma de que si en algún momento necesitas dinero podrías recurrir a la venta. Sin embargo si la vendemos perderíamos todos los derechos sobre ella.
2º Sirve de aval. Si la casa es nuestra podemos usarla cada vez que nos sea necesario para pedir un préstamo, esto es una gran tranquilidad para los propietarios, ya que siempre disponen de esa solvencia económica a la que quizás pueda necesitar recurrir en algún momento del futuro.
3º El deterioro. Curiosamente una casa cerrada sin uso se deteriora más, por lo que quizás sea más conveniente habitar en ella o tenerla alquilada por algún inquilino, siempre y cuando este sea responsable. Al vivir en la casa la mantendrían al día con los pequeños desperfectos que pueda tener con el uso.
4º El trámite. El tramitar la venta del inmueble es mucho más complejo que el alquiler de la misma. Un alquiler lo puede tramitar cualquier tipo de asesoría, sin embargo el cambio de propietario de la vivienda necesita un papeleo más complejo, además de un gasto extra al hacer el cambio.
5º Los gastos. El problema del alquiler es que los gastos de la vivienda como los gastos de la comunidad, la contribución o arreglos que pueda necesitar la vivienda, van siempre a cargo del propietario del inmueble. Esto hace que el propietario tenga un deber siempre con esa casa, a no ser que se deshaga de ella en una venta.
6º La seguridad. Una casa en alquiler nos pone ante el problema de que nos surja algún inquilino moroso, llegados a este punto tendrías un gran problema dentro de tu inmueble, ya que son muchas las leyes que amparan a los inquilinos frente a las que respaldan a los propietarios de los inmuebles. En el caso de vender el inmueble la ganancia es momentánea y no nos exponemos a estos riesgos.